domingo, 21 de septiembre de 2008

Apuntes de clase de 1946 - Don Andrés Bello

Parte II
Escuela Ténica Industrial
Caracas, 1943-1947
3er Año B. Carnet Nro 213
Tema de Castellano y Literatura
4 de abril de 1946

Don Andrés Bello, un nombre que suena grato y gustoso a todos los oidos de los americanos y muy en especial a los chilenos y venezolanos, porque fue el hombre que recorrió con paso firme y sereno el áspero sendero de la vida, dejando tras ese camino una luminosa estela de de gloria, civilización y cultura; una gigantesca labor en pro del bienestar de América y un camino claro y amplio para que por él se encauzaran las letras, las artes, la educación y en general todas las fases de la sabiduría que contribuyen a hacer de nuestra América el más grande y glorioso de los continentes del mundo.
El nombre de Andrés Bello evoca poesía, civilización, libertad y todo lo que signifique engrandecimiento.
Si América debe su libertad a Simón Bolívar y a sus abnegados próceres de todo el continente, que siempre estaban dispuestos a dar hasta su última gota de sangre porque la emancipación de sus terruños se cristalizara, así mismo es verdad que debe a Andrés Bello más que a ningún otro, su engrandecimiento cultural, su emancipación intelectual y sus claros conceptos educativos. Bello dedicó todas las ideas de su cerebro genial a la realización de su hermosa jornada.
El genio de Bello es múltiple, en él encontramos en forma grandiosa al filósofo, al tratadista de Derecho Internacional, al filólogo, al legislador, al diplomático y al educador de pueblos; cualidades éstas que son estimuladas por las características de su pensamiento, sentido práctico, honradez, precisión, amor a las realidades y odio a lo absurdo y a lo abstracto .
En cuanto a su carácter encontramos en Bello a un ciudadano modelo, amigo de la paz, honrado y trabajador. Pero veamos a grandes rasgos los aspectos de su vida.
Nació Bello en Caracas un 29 de noviembre de 1781, ciudad ésta que junto a Londres y a Santiago de Chile forman el triángulo donde desarrolla su vida y su obra, fueron sus Padres Don Bartolomé Bello y Ana Antonia López..
A los 11 años le encontramos leyendo las estupendas obras de Calderón de la Barca, que fue uno de los autores favoritos del joven, gracias a la hermosa construcción literaria de que hacía gala. Más tarde estudia latín en uno de los conventos de la época, lee el Quijote de Cervantes y conoce a muchos clásicos latinos, luego entra en el Convento de Santa Rosa donde perfecciona sus conocimientos de la lengua madre el latín y a los 16 años traduce “La Eneida” de Homero .
Ávido de ser filósofo, ingresa a la Universidad Central y a los 3 años de estudios ve coronados sus esfuerzos con el grado de Bachiller en Filosofía y Ciencias.
A los 18 años es Maestro de Geografía del Libertador. Acompaña a Húmboldt y Bonpland en su excursión a La Silla del Ávila y los eminentes naturalistas quedan admirados de la precocidad del joven Andrés Bello.
En 1810 a raíz de la Declaración de la Independencia, la Junta de Gobierno de Caracas lo llama a ocupar la Secretaría de la misma, a lo cual accedió gustoso. Poco después es enviado a Londres en Misión Diplomática acompañando al Libertador y a López Méndez , dando así comienzo a su larga y brillante carrera diplomática.
Después de la Conferencia con el Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Bolívar regresa a Venezuela dejando en Londres a Bello y a López Méndez como comisionados del país.
Ya para ese tiempo, Bello había dado sus primeros pasos en el campo de la poesía, más eran tan excelentes sus trabajos que parecían ser las obras de un poeta ya consagrado, entre sus poemas citamos: La Oda al Anáuco, La Oda a la Nave, Romance a un Samán, y dos sonetos: A La Victoria de Bailen.y Mis Deseos. Escribió también los dramas: Venezuela Consolada, España Restaurada y Resumen de la Historia de Venezuela; entre sus grandes poemas encontramos: Silva a la elocución de la poesía en 1823 y Silva a la agricultura en la Zona Tórrida en 1826.
En Londres estudia griego y llega a dominarlo perfectamente y traduce a Sófocles y a Eurípedes.
En 1824 luego de enviudar de su primer matrimonio se casa con Isabel Antonia Dunn y procrean 13 hijos.
Después del terremoto de 1812, es destruida la casa de Bello y reestablecido el Régimen Colonial en Venezuela, Bello queda sin empleo y sin auxilios de ninguna especie , se dedica a dar clases de Latín y Castellano, pero escasean los alumnos y vive horas de negra amargura y miseria .
Más como hombre inquebrantable y emprendedor colabora con los distintos periódicos de Londres entre ellos “El Cóndor Americano” que dirigía un guatemalteco, quien era encargado de la delegación de Chile en Londres y nombra a Bello Secretario de la delegación gracias a sus excelentes méritos, luego también es nombrado Secretario de la Delegación de Colombia y miembro de La Academia Nacional de ese país, no por esto descuida su labor en pro de la cultura de América.
En 1829 es invitado por el Gobierno de Chile a residenciarse en ese País y se marcha dejando en Londres la estela de su hermosa carrera cultural y diplomática que habría de ganar laureles en Chile y en el mundo entero.
Encuentra Bello en Chile una atmósfera literaria, fue Chile el único país que supo reconocer sus méritos y lo acogió con toda la benevolencia y admiración que él merecía.
A mediados de1829 es nombrado Rector del Colegio de Santiago y desde allí comienza a desarrollar su extraordinaria , noble y gigantesca labor como educador.
Luego recibe un cargo en el Ministerio de Hacienda pero en realidad sitúa su centro de operaciones en el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde realiza una magnífica labor como diplomático.
En 1830 dirige y publica “El Araucano” órgano del Gobierno , Bello redacta y dirige la sección de Letras y Ciencias. Al año siguiente propone la creación de las escuelas no solo de Chile sino de toda América.
En 1832 lanza su primera edición de “Principios del Derecho “ y tres años más tarde aparece la primera Edición de “Los Principios de Ortología y Métrica”, aquí aparece el gramático , el filósofo y el cultivador dictando una extensa cátedra sobre lengua y creación gramática.
En 1840 comienza su trabajo que lo consagró como legislador : “El Código Chileno” y un año después aparece por primera vez su análisis de “La Conjugación Castellana”, profundo estudio sobre la materia y dedicación constante, produjeron ésta magnífica obra.
En 1843 es nombrado Rector de la recién fundada Universidad de Chile y en 1847 se publica la primera edición de su “Gramática Castellana”, más tarde en pago y reconocimiento a una inmensa labor educativa es nombrado miembro de honor de la Real Academia Española .
El 15 de octubre de 1865 muere en Santiago de Chile, a los 84 años de edad, el que fuera el máximo educador de la lengua castellana.
Su nombre se pronuncia hoy con profundo respeto y reconocimiento.
Sus obras se han divulgado por todo el mundo sembrando en todas partes la cultura , la civilización y el engrandecimiento de los pueblos.
Dediquemos este trabajo al maestro inmortal de los americanos: Don Andrés Bello.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Apuntes de clase de 1945 - Fermín Toro


Revisando un montón de libros y papeles de mi juventud, encontré por casualidad un cuaderno con manuscritos de tareas de Castellano de mi época de Estudios Industriales entre 1943 y 1947.
Llamaron tanto mi atención que decidí incluirlos en mi blog.

Escuela Técnica Industrial
Caracas, 1943 -1947

Temas de Castellano y Literatura
Apuntes de Castellano del Profesor Duilio Moreno Orozco, también profesor del Liceo
"Aplicación" de Caracas.

Rafael Vivas Vivas, 3er Año "B", Carnet Nro. 213

Caracas, 13-01-1945

DON FERMIN TORO

En los años de 1830 a 1840 se destacan en Venezuela tres grandes hombres, grandes maestros, como fueron: Fermín Toro, Rafael María Barált y Juan Vicente Gónzález.
Son ellos eminentes prosadores, distintos en temperamento, intención y cultura.

Nace Fermín Toro en Caracas el 23 de septiembre de 1807, su infancia se desliza en la población de “El Valle”, recibe educación en la Escuela Humanística de José Luis Ramos, donde cultivó y adquirió conocimientos sobre lenguas vivas y muertas; su preocupación por la cultura, le dio grandes amplitudes en materias diversas, fue poeta, novelista, orador, humanista, etc; fue además botánico. economista, jurisconsulto e indigenista. Su primer maestro fue el Padre Benigno Chacín , cura párroco de “El Valle”

Encontramos en Toro a un hombre con una mentalidad moderna, sin ese fárrago colonial tan marcado en hombres de su época. Como escritor se encuentra adherido a las corrientes literarias románticas y neoclásicas que ya empezaban a dominar las letras venezolanas.

Pocos hombres en la América Latina hubo en su tiempo con más viviente información y ágil cultura, los sistemas no le impedían ver los hechos y pocos venezolanos de su tiempo tienen como él la intuición de lo concreto.

Sus principales actividades como político y diplomático en Venezuela fueron:

1831: Es diputado al Congreso de Venezuela.
1839: Representa a Venezuela en Londres.
1846: Representa a Venezuela en Paris y Madrid.
1847: Vuelve a ser diputado.

A partir del 24 de enero de 1848 hay un paro en sus actividades políticas,se dedica por 10 años al magisterio y en 1856 vuelve de nuevo a la política activa y es nombrado Ministro; lleva las negociaciones del famoso incidente de “Los Protocolos”.

En 1860 es designado Ministro Embajador en España en momentos difíciles para Venezuela, ya que España reclamaba indemnizaciones por hechos de guerra.
Regresa a Venezuela y muere en 1865 a los 58 años de edad.

El momento culminante de su carrera oratoria, está sin duda alguna en la muy conocida y célebre “Convención de Valencia ”en 1858, donde su palabra conmueve y gana todas las batallas parlamentarias de la Convención. Su magnífica oratoria representa la sensatez, el análisis de los hechos, la auténtica Ciencia Social en medio de la orgía retórica y el frenesí emocional de los otros congresistas.

Toro marcará como ninguno el estilo de aquella Convención con una claridad y lógica en el paisaje social , todavía pequeño y oscuro de nuestro país.
Varios diputados como Rondón por ejemplo, habían dicho que al aplicarse el Sistema Federal en Venezuela, este traería el adelanto y bienestar a todos los Venezolanos y ponía por ejemplo la ya entonces pujanza de los Estados Unidos con su Federalismo .
Toro en cambio, saca a estos diputados de sus teorías y los lleva a los hechos, invitándolos a viajar al interior de Venezuela. Toro les pinta a la Parroquia del interior tal como es: El Cura, el Juez, y el Jefe Civil. Después de analizarles los tres elementos de los pueblos del interior, les dice a dónde conduciría el Federalismo en Venezuela, pueblos que parecerán milenarios, que no crecen y que son la parte más bella de nuestra Patria.

Su informe “Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834”, con un título tan modesto, es el más claro estudio sobre los problemas sociales y económicos de Venezuela en la época de la oligarquía conservadora. Es a la vez el doble testimonio de un estadista de gran talla y de un espíritu lleno de responsabilidad moral.

La queja de una Sociedad Agraria estrangulada por una pequeña oligarquía de tenderos y prestamistas. El deber del Estado de intervenir orientando la “economía nacional” se eleva en sus nobles páginas.

De las obras en prosa de Fermín Toro es tal vez la principal la descripción de “Los honores públicos al Libertador “ pronunciados en 1842 con motivo del traslado de los restos de Bolívar a Caracas y la escribió por encargo del Gobierno como cronista oficial. Encontramos allí al escritor de la prosa clásica castellana co un lenguaje muy cuidado.

Como Novelista vemos a Fermín Toro con un lenguaje creado por el ocio de sus graves tareas políticas, entre sus novelas se encuentran “Los Mártires”, “La Viuda de Corinto” y “La Síbila de los Andes”, de la cual no se conoce sino un fragmento. Están escritas dentro de la Escuela Romántica General, adolecen de poca originalidad y son en realidad de escaso valor literario.
Como poeta Toro sigue los pasos de Don Andrés Bello, esos versos que suelen escribir los grandes prosadores, los cuales requieren cierto exámen. Noche y amanecer en el trópico, pura emoción de luz y paisaje es lo que expresa en su oda a “La Zona Tórrida”, que sólo en el título y el solemne ritmo de las estrofas se parece a la famosa “Silva “ de Don Andrés Bello.

Su hermoso “Canto a la Conquista” donde relata el contacto del conquistador con el indio, el doble contraste de la naturaleza tropical que descubrían los españoles, el asombro religioso que causaban a los indígenas, quienes al verlos interpretaban sus mitos y profecías. Entre otros de sus poemas están “La Ninfa de Anáuco”y “Elegia al 24 de Enero“
Pero todo el romanticismo americano de Toro iba a resumirse en su largo poema a la naturaleza, las leyendas y la prehistoria de América que había titulado “La Hecatonfonía” De este inconcluso poema quedan algunos cantos como el que dedica en coloreados octosílabos a las viejas ruinas mayas de Uxmal y de Copan, las ciudades perdidas en la maleza trágica del bosque tropical. Esas largas estrofas de “La Hecatonfonía “ son unos de los más curiosos documentos de nuestra época romántica.


Cada signo es un misterio
un misterio cada ruina.

Ciudad de las calaveras
en sus lúgubres altares
aún están de pie tus lares
marcando ignoradas eras

Ciudad de las esculturas
tus colosos ves tendidos
como guerreros vencidos
en sus rotas armaduras

Alcázares imperiales
son hoy cavernas sombrías
sus inmensas galerías
erizadas de nopales

Y en los escombros impera
y vasto dominio abarca
como la voz del monarca
como el rugir de la pantera

silenciosos, arruinados
en subterráneos oscuros
se ven los sagrados muros
de los templos sepultados

Y en la selva secular
en oráculos tremenda
el ídolo sin ofrenda
sin sacerdote el altar

Quiche la regia y Cholula
la sagrada, ya no son
y la edad en su blasón
eterna noche acumula

Hay horror, horror sublime
en esta región de espanto
¿Mora aquí el hombre?, no hay llanto
¿Se escucha el pueblo?, no gime.

Fuente: Mario Picón Salas - Formación y proceso de la Literatura Venezolana.