sábado, 18 de diciembre de 2010

El primer tubo sin costura - Planta Siderúrgica del Orinoco C.A.

El 14 de de diciembre fui a llevarle un ejemplar de “El Dorado del Siglo XXI” al industrial Vicenzo Aceto Milati, Gerente General y propietario del Taller Metal-mecánico "Tarreinca", fabricante de transportes metálicos, gandolas, remolques y bateas, situado en la Zona Industrial 321 de la Zona Industrial de Matanzas.

Mantuve una larga y amena conversación con el amigo Vicenzo, quien fue uno de mis compañeros pioneros en los inicios de la Planta Siderúrgica del Orinoco en la cual él prestó sus servicios durante 23 años.

Entre los tantos pasajes que recordamos estuvo el del laminado del primer tubo de acero sin costura, con tochos importados desde Italia, donde Don Vicenzo estaba presente como Supervisor en aquél lejano sábado 26 de abril de 1958 en la Fábrica de Tubos en Matanzas. Han transcurrido ya 52 años desde aquél histórico acontecimiento.

Allí en su oficina aún conserva periódicos de la época que registraron el laminado del primer tubo de acero sin costura y voy a transcribir algunos párrafos de la crónica de "El Universa" del día 27 de abril de 1958, el cual así lo describe.

“La operación se inició a las 10 de la mañana del sábado 26 de abril de 1958 y concluyó 15 minutos después, fabricándose en ese tiempo varios tubos de acero sin costura de 8 pulgadas de diámetro, 8 milímetros de espesor 15 metros de largo”.

Se recuerda que entre los presentes al histórico momento, se encontraban representantes del Ejecutivo del Estado Bolívar, el comercio, la banca y el Obispo de la Diócesis Monseñor Juan José Bernal.

Decía el corresponsal de INNAC: La prueba resultó un éxito, según el criterio de los técnicos de la INNOCENTI; su Gerente General el Ing. Fernando Grignoli informó que para finales del mes de agosto del año en curso, la Siderúrgica del Orinoco empezará en firme a fabricar tubos de acero sin costura alcanzándose su producción a 500.000 toneladas de productos acabados en su primera etapa, incluyendo tubos de acero, perfiles, rieles, cabilla, alambre y tubos de arrabio centrifugados.

En 1959 la siderúrgica iniciará la producción de arrabio y para 1960 la planta estará completa y preparada para iniciar la producción a ciclo integral."

En uno de los capítulos de mi libro “El Dorado del Siglo XXI”, en la Historia del Hierro en Guayana, yo señalo que se inició la puesta en operación de la Fábrica de Tubos en julio de 1961, la primera colada de arrabio en los Hornos Eléctricos el 1 de septiembre de 1961 y la primera colada de acero líquido en la Acería Siemes Martin el 9 de julio de 1962. Pero éstas fechas no guardan relación con las declaraciones del Gerente General de la Innocenti de abril de 1958 cuando declaró: “Para 1960 la Planta estará completa y preparada para iniciar la producción a ciclo integral”. Tengo entendido que el retardo del inicio de operaciones en la Fábrica de Tubos fue por carencia de repuestos y herramientas para laminar otros diámetros diferentes a 8 pulgadas y la tardanza en ordenar esos repuestos y herramientas a Italia. Lamentablemente ignoro las causas de la tardanza de la puesta en marcha en las otras Plantas, pues en aquellos años yo me encontraba en Italia recibiendo entrenamiento en una Fábrica de Tubos muy similar a la nuestra, propiedad de la Empresa Dálmine y regresé a Matanzas en mayo de 1960.

Discurso en el bautizo de "El Dorado del Siglo XXI"





"Soy un andino adoptado por la Zona del Hierro y con mucho orgullo me considero uno más de los pioneros fundadores de la Planta Siderúrgica del Orinoco y de Ciudad Guayana.
Llegué a Puerto Ordaz en mayo de 1960 después de 4 años recibiendo entrenamiento siderúrgico en Italia, becado por el Estado Venezolano.
Soy vecino del Campo A-2 de la Ferrominera de Puerto Ordaz y bajo el amparo de Sidor formé una hermosa familia de tres hijas hembras y un hijo varón, ocho nietos y un bisnieto.
Mi esposa Beatriz Yepes de Vivas y mis hijos: Virginia, casada, Arquitecta y Antropóloga, Gerente de la Rehabilitación del Boulevard de Sabana Grande de Caracas, Keyla, casada e Ingeniero de Sistemas, vive y trabaja en Chicago(USA), Vilma, Socióloga. casada y vive en Bélgica ( Europa) y Rafael, casado y TSU en Sistemas, siguió la tradición de su padre y ya lleva 25 años en Sidor.
En mi libro, en el capítulo “Anécdotas de los años 60” podrán leer mi llegada al Aeropuerto de la Orinoco Mining Company de Puerto Ordaz. Sólo existía una pequeña caseta de zinc, sin paredes y con dos banquetas de madera. Así era la oficina civil, la O.M.C. tenía sus hangares y oficinas aparte.
Colaboré activamente con la puesta en operación de la Planta Siderúrgica del Orinoco y posteriormente con el Plan IV de C. V. G. Sidor C. A., con sus modernas Acerías Eléctricas a colada contínua.
En febrero de 1988, después de 32 años de servicio en Sidor, me acogí al Plan de Jubilación del Estado. Nosotros los Pioneros Jubilados de Sidor, somos los “hijos de la panadera”, pues hasta agosto de este año sólo gozábamos del salario mínimo oficial, como monto a nuestras jubilaciones. Por fin en septiembre de este año nos ajustaron el monto a Bs 2240 mensual. Una vergüenza para nosotros los pioneros del nacimiento de Sidor y de la primera colada de acero, que aún seguimos soñando con la homologación, tal como lo pauta la Ley.
Fueron años muy difíciles entre 1952 a 1964. En mayo del 64 con la inauguración del primer puente sobre el Río Caroní, nos integramos a San Félix. En Puerto Ordaz sólo contábamos con el Centro Cívico. Vivimos, sufrimos y luchamos ante el  “Boom del hierro”, otro de los capítulos del libro, cuando colapsaron todos los servicios en San Félix y Ciudad Bolívar, ante ese río humano que llegaba a la zona en busca de trabajo y de nuevos horizontes. Hubo carencia de: viviendas, hoteles, restaurantes, bodegas, farmacias, hospitales, escuelas, puentes, etc. Este “Boom del Hierro” empezó en 1952 y finalizó en 1978.
Merece mención especial la Corporación Venezolana de Guayana creada a finales de 1960, quien luchó e hizo grandes esfuerzos en aquellos años del “Boom del Hierro”. A ella se le debe el nacimiento y disfrute de la Ciudad Guayana de hoy, pues la C.V.G. contó con excelentes Pioneros Presidentes, entre otros el General Rafael Alfonso Ravard y el Ing. Leopoldo Sucre Figarella, nuestro conocido “Zar de Guayana”, verdaderos creadores y constructores de la“Zona del Hierro” o “El Dorado del Siglo XXI”.
Después de mi jubilación por varios años fui asesor de varias empresas metal-mecánicas en la Zona del Hierro, pero una tarde a inicios del 2002, me puse a recordar mi pasado y fue como si una especie de “disco duro” se abriera en mi mente y comencé a revivir y a recordar anécdotas y pasajes de mi infancia en Cordero, un pueblito de Los Andes en el Estado Táchira y así fue naciendo “El Sol de Los Andes” el cual lo podrán leer en la primera parte del libro.
Cuando descubrí que el recordar el pasado me era fácil, me puse a escribir recuerdos y anécdotas de Italia y Puerto Ordaz y poco a poco fue surgiendo: Mi entrenamiento en Italia, mi llegada a Puerto Ordaz, mis años en Sidor, la fundación de Puerto Ordaz y San Félix, la historia de la C.V.G., las Misiones Capuchinas Catalanas, la historia del hierro en la Provincia de Guayana, la Planta Siderúrgica del Orinoco, los Pioneros de Guayana con sus luchas, sacrificios y sueños y muchos otros capítulos de esta Guayana Milenaria, dando así forma a “El Dorado del Siglo XXI”.
Considero que la lectura de varios de los capítulos de este libro, podrán ser de mucha utilidad en la educación de las juventudes de esta nueva Venezuela, pues “El Dorado del Siglo XXI” no es una novela, más bien es como una serie de relatos históricos que en la escuela no vimos, como por ejemplo: La labor de los Misioneros Capuchinos, su industria siderúrgica, su artesanía y su exterminio, el por qué nuestra Venezuela es el único país de América Latina que no tiene una red ferroviaria, el ecocidio de la cuenca de nuestro río Caroní, la explotación y comercio del oro de El Callao desde 1841, las Islas Verdes de Alta Vista, El Centro Cívico de Puerto Ordaz y los sacrificios, luchas y sueños de aquellos Pioneros de los años 60 en la Zona del Hierro que hicieron posible a la Ciudad Guayana que hoy disfrutamos.
En Guayana, con su hierro, aluminio, oro, diamantes y la espectacular Gran Sabana, estaba ese famoso y mítico “Dorado” tan afanosamente buscado por Sir Walter Raleigh y los conquistadores españoles durante la conquista y la colonia.
Este libro fue ya bautizado en la intimidad de la familia Vivas en Caracas, con la presencia del Dr. Ramón J. Velásquez como padrino. A su vez el 21 de octubre la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses presentó el libro en San Cristóbal, cerrando el acto el Dr Cesar Pérez Vivas Gobernador del Estado y el Arquitecto Fruto Vivas, mi hermano, como padrino.
Hoy estamos bautizando, oficialmente a “El Dorado del Siglo XXI “ aquí en Guayana, en la Sede de Asocomercio, San Félix, siendo el Padrino su Presidente Don José A. Olivo.
“Guayana tierra de promisión”, como lo escribiera Don Rómulo Gallegos en su novela “Canaima”.
Muchas Gracias,
Rafael Vivas Vivas "

Nota: Discurso dado por mí en el bautizo de "El Dorado del Siglo XXI" realizado en la ciudad de San Félix el día 10 de diciembre de 2010.

Bautizo en Ciudad Guayana de " El Dorado del Siglo XXI"


Nota de prensa del Diario Guayanés " Nueva Prensa de Guayana", por Andreína Delgado Puche, Fotos: Guillermo Mora. Lunes 13 de diciembre de 2010.

Ciudad Guayana.- El pasado viernes 10 de diciembre, la sede de Asocomercio San Félix fue escenario del tercer bautizo de “El sol de Los Andes – El Dorado del siglo XXI” escrito por Rafael Vivas Vivas. La primera presentación del texto “dos en uno” fue en San Cristóbal, donde su hermano Fruto, el afamado arquitecto venezolano, sirvió como padrino. Entre otras personalidades asistentes a dicha ceremonia estuvo el gobernador de Táchira, César Pérez Vivas, que por cierto no es familiar del pionero siderúrgico, pero felicitó personalmente al autor.

El segundo bautizo fue muy familiar, se realizó en casa de una de las hermanas del escritor en Caracas, que casualmente vive a pocas cuadras del historiador venezolano Ramón J. Velásquez, quien fuera presidente interino de Venezuela a mediados de los 90`, que además le correspondió editar el texto para ser publicado por la Biblioteca de Autores y Temas Tachirenses, y fue por ello que accedió a ser el segundo padrino del libro. “Voy porque vivo cerca y me tocó leerlo antes que saliera publicado” comenta Don Rafael citando al periodista que tiene 94 años de edad.

Pero un libro tan rico en historia y anécdotas tan reales sobre la historia de Guayana y el surgimiento del nuevo puerto que se estaba creando al margen izquierdo del río Caroní en el gobierno de Marcos Pérez Jiménez, conllevó a su bautizo en nuestra ciudad de “El sol de Los Andes – El Dorado del siglo XXI” siendo el padrino en esta oportunidad Clemente Scotto.

No es una novela”

La escritura de “El sol de Los Andes – El Dorado del siglo XXI” comenzó como un simple cuaderno de anécdotas que fue recordando Rafael Vivas Vivas en la tranquilidad de su casa, hace unos años atrás. Se dio cuenta que a su memoria llegaban lúcidamente los recuerdos de su infancia y su hermano le recomendó escribir tan bellos momentos que vivió en Cordero, su pueblo natal.

Ambos capítulos del libro no forman parte de una novela, es la realidad que vivió el autor cuando niño y luego en los años 60`, como cuando llegó al aeropuerto de Puerto Ordaz y tuvo que esperar junto a su esposa en un galpón sin paredes y con techo de zinc al único taxi que había para la época.

Como pionero de Sidor Don Rafael se preocupó sobre la historia del hierro de esta rica tierra minera, por lo que se remontó a la llegada de los misioneros capuchinos catalanes a finales de 1600. Como reza el dicho “para apreciar el presente y conocer el futuro, hay que estudiar el pasado”.

A la velada del tercer bautizo de “El sol de Los Andes – El Dorado del siglo XXI” asistieron personalidades de todos los ámbitos sociales. Algunos de los invitados fueron: el exalcalde Clemente Scotto, el expresidente de Sidor César Mendoza, los fotógrafos Evelio Lucero y Guillermo Mora, el presidente de Asocomercio José Olivo, el Padre de la parroquia Humberto Merchán, la historiadora Juanita Bucholz, el historiador Jacobo Morales, los escritores Carlos Yusito y Francisco Arévalo, el doctor Carlos Basanta, medios de comunicación, entre otros.

Un pionero de la Siderúrgica y de Guayana

Rafael Vivas Vivas (1926) nació en el páramo de La Negra, mientras se construía la carretera trasandina en la que su padre trabajaba como caporal de obras. Estudió en la Escuela Técnica Industrial de Caracas hasta egresar como Técnico Industrial en Mecánica. En 1956 fue enviado por el Estado venezolano a recibir entrenamiento siderúrgico en Italia, después de lo cual se incorporó a las operaciones del consorcio Innocenti en Matanzas, donde trabajó como superintendente de mantenimiento y participó en el desarrollo del Plan IV de la Corporación Venezolana de Guayana Sidor C.A. Después de obtener su jubilación, ha sido asesor de varias empresas en el campo metalmecánico de Guayana.