lunes, 7 de abril de 2008

Mis primeros años - Capt. III

Nací bajo una carpa a un lado de la Carretera Transandina, al pie del Páramo de “La Negra”, en la curva conocida como “La Guacharaca”, un 24 de octubre de 1926, cuando mi padre se desempeñaba como caporal de obras en los trabajos de construcción de la Carretera Transandina. También unos cuantos kilómetros más arriba y bajo la misma carpa, un 21 de enero de 1928 nacía mi hermano Fruto en la curva del “Callejón Verde”.

A mediados de 1928 mi padre fue trasladado para Cordero a 6 km. de Táriba para participar en el montaje del puente metálico colgante sobre la quebrada de “La Cordera”. Aquí en Cordero mi padre construyó su casa y fue bautizada con el nombre de “El Sol de Los Andes”.

“El Sol de Los Andes” se convirtió en hogar, panadería, refresquería, bodega, bomba de gasolina y paradero de autobuses y camiones que transitaban por la nueva carretera transandina.

Permanecí en Cordero hasta 1938 cuando me enviaron a Colón para estudiar 4to, 5to y 6to grado. Entre los recuerdos que vienen a mi mente de estos años en Cordero puedo diferenciar dos (2) grandes grupos:

Actividades Recreativas con los demás chicos de mi edad
Deberes con el Hogar, la Escuela y la Iglesia.

Actividades Recreativas:
En mis recuerdos es muy triste mencionar que nunca tuvimos tortas ni regalos de cumpleaños así como tampoco juguetes en Navidad. Por ejemplo, mis hermanos Fruto, Facundo y yo fabricábamos nuestros propios carritos. A veces usábamos cajas vacías de madera donde venían productos de consumo (velas, jabones, enlatados, etc.,). “El Caution”, “El Fragile” y “El This Side Up” eran los nombres impresos de los carros, los mismos originales.

También fabricábamos carritos con latas vacías de sardinas, como ruedas usábamos los carretes de hilo Elefante los cuales se picaban por el centro y con un palito como eje lo amarrábamos con alambre a la lata de sardinas, así teníamos un carrito con sus cuatro (4) ruedas. Este carrito lo tirábamos con un pabilo, por lo general, a la lata de sardinas le quedaba incorporada la tapa, ésta la doblábamos y así simulábamos un capacete para el carrito.

De igual manera cada uno de nosotros tenía que fabricar su flecha o gomera, su cometa o papagayo y su gurrufío. Ocasionalmente nuestros hermanos mayores nos compraban trompos, anzuelos para pesca y metras de vidrio. Algunas veces las metras eran paraparas (semillas de jaboncilla).

Entre los entretenimientos más comunes puedo mencionar:
· Juegos con carritos
· Juego de trompos
· Juego de metras (pichas) y gurrufío.
· Elevar cometas
· Juego de perinola (coca)
· Pesca de sardinas con anzuelo o cicuela (nasa) en la quebrada de La Cordera y el río Torbes.
· Cacería de pájaros con flechas (gomeras) en los cafetales vecinos.
· Bañarse en el dique de La Cordera todos los domingos
· Excursiones al cerro de La Cruz en busca de marmaja (sulfuro de hierro)

Existían otras actividades donde nosotros éramos espectadores, porque éstas eran destinadas a los mayores de 14 años:
· Juego de pelota (béisbol)
· Pelota de candela: en navidad por las noches se hacían pelotas de trapo amarradas con alambre y se impregnaban con kerosene, se les prendía fuego y los adultos la pateaban por las calles del pueblo.
· Los disfrazados: el martes de carnaval los adultos se disfrazaban y recorrían el pueblo bailando, tocando y cantando.

Aunque parezca mentira en Cordero en los años treinta no conocíamos ni los patines ni las bicicletas.

Deberes con el hogar, la escuela y la iglesia.
Deberes con el hogar:
· Traer agua de la quebrada en baldes.
· Moler el maíz todas las mañanas para las arepas del desayuno.
· Regar la carretera con poncheras de agua frente al Sol de Los Andes varias veces al día en el verano, para evitar la polvareda con el paso de los carros.
· Cortar escobilla en los cafetales vecinos para barrer la solera del horno en los días de amasijo.
· Buscar leña y chamiza seca en los cafetales para calentar el horno en los días de amasijo (fabricación de pan).
· Salir por el pueblo a vender posicles (helados caseros) en un termo, y algunas veces vender “quinticos” de la lotería del Táchira (mi padre tuvo en Cordero la primera nevera de kerosene)
· Todos los lunes ir al Mercado Municipal en la Plaza de Táriba a comprar alimentos.
· Cada diez o quince días acompañar a mi padre a la Estación Táchira a comprar gasolina.
· Respetar las horas de comida en el comedor en compañía de nuestros padres.
· Respetar la hora de ir a dormir (9:00 PM) o antes, y la hora de levantarse (5:00 AM)

Deberes con la escuela:
· Asistir puntualmente a la Escuela-Granja llamada así porque a cada alumno se le asignaba una parcela para cultivo y en ella bajo la tutela del maestro (don Crisanto García) durante una hora diaria, se atendía la parcela y cultivábamos hortalizas, tomates, lechugas, remolachas, etc.,

Recuerdo muy bien que además del programa normal de la primaria, recibíamos lecciones complementarias sobre historia y geografía de Colombia, por consiguiente así como conocíamos los estados y capitales de Venezuela conocíamos también los nombres y capitales de los Departamentos de Colombia e incluso aprendimos a cantar los dos (2) himnos nacionales. Don Crisanto nos decía que debíamos conocer a los dos países ya que no sabíamos dónde viviríamos al ser adultos si de “este lado” o del “otro lado” de la frontera.

También recuerdo que en aquellos días se estilaba el uso de la “palmeta” como corrección disciplinaria y pobre alguno de nosotros si nuestra madre sospechaba de posibles palmetazos pues tendríamos “pela segura” con dos o tres “chucazos” por lo malo que hubiéramos hecho en la escuela. “El chuco” era un palito de madera que tenía tres tiras de cuero. “El chuco” siempre estaba visible en un clavo en la pared del comedor y se usaba para mantener la disciplina entre los 15 hermanos Vivas.

Sin embargo, hoy día si una madre sospecha que su hijo ha sido sorprendido o castigado en la escuela insultan a la maestra e inclusive van a la policía con la denuncia o se escudan en las nuevas leyes de protección al menor.

Personalmente opino que la primaria de los años 40 era muy superior a la actual, por ejemplo nosotros en 5to. grado ya conocíamos todos los países y las capitales del mundo e incluso el lugar físico aproximado en un mapa en blanco. Sin embargo, en la actualidad vemos a bachilleres estudiantes universitarios, en programas de TV que responden:
-De 16 preguntas sobre las capitales de los Estados de Venezuela sólo aciertan cuatro (4).
-Que corazón es una palabra esdrújula
-Que la ciudad de Atenas queda en “el país de Roma”.

Deberes con la Iglesia
Mi padre consideraba como obligatoria la asistencia a los actos religiosos e incluso la casa se cerraba el domingo en la mañana y todos íbamos a misa. Igualmente se respetaba:
· Asistir a misa todos los domingos.
· Comulgar los primeros viernes de cada mes.
· Asistir a todos los actos religiosos de la Semana Santa o Semana Mayor.
· Tocar matraca en Semana Santa por duelo de las campanas.
· Visitar el cementerio con nuestros padres el día de todos los muertos.
· Celebrar el 24 de mayo, día de María Auxiliadora, patrona del pueblo, el 24 de diciembre y 6 de enero.
· Asistir como monaguillo al sacerdote en la misa, matrimonios, bautizos, etc.,

3 comentarios:

qcho dijo...

Rafael,

Me encantan tus escritos. Es como viajar en una maquina del tiempo.

Cucho Vivas

planetabilletes dijo...

Estos escritos hablan por si solo de la grandeza de nuestros Padres y Abuelos.Y el gran respeto entre las personas de esa epoca.lo Felicito.P:G:

Anónimo dijo...

No tengo para agradecer a este gran hombre por sus escritos.....