lunes, 13 de junio de 2011

Excursión a Monte Carmelo - mayo 1937


Monte Carmelo es una aldea que se encuentra en un cerro frente a Cordero, capital del Municipio Andrés Bello. Esta aldea es muy conocida porque allí se encuentra una Iglesia con su campanario el cual fue semi destruida por el movimiento sísmico de 1932, ignoro la antigüedad de dicha Iglesia.

En febrero de 2007 estuve de visita en Cordero para la celebración del 70 aniversario de la creación del Municipio Andrés Bello, fue el orador de orden mi hermano el Arquitecto Fruto Vivas, acto celebrado en la Iglesia María Auxiliadora.

Al día siguiente en horas de la mañana los hermanos Vivas y algunos familiares nos fuimos a Monte Carmelo para asistir a la misa, observé que había una carretera asfaltada desde Cordero a la Iglesia incluyendo un puente sobre el río Torbes.

Después de la misa y cuando estaba en la placita frente a la Casa Cural tuve una gran satisfacción cuando estaba viendo los columpios y toboganes en la placita, fue cuando vino a mi memoria y empecé a recordar que una mañana del mes de mayo de 1937, a mis 11 años, fui uno de los alumnos de la escuela de Cordero que participó en una excursión organizada por el maestro Don Crisanto García.

Cómo no recordar la neblina, la Iglesia, la Casa Cural, el parque de diversiones y más aún el suculento sancocho de gallina que nos ofreció el Padre en la Casa Cural…

El maestro Don Crisanto García, Director de la escuela, organizó una excursión con los 10 alumnos del último grado para ir de visita a la iglesia de Monte Carmelo. Obtuvimos la autorización de nuestros padres y una mañana del mes de mayo de 1937 nos pusimos en camino.

Bajamos desde la meseta de Cordero hasta la orilla del río Torbes por un camino real bastante conservado y como a los 20 minutos estábamos cruzando el río por un puente colgante sólo para el uso de personas, las bestias cruzaban el río. Iniciamos la subida del cerro y el maestro García cada media hora nos hacía descansar cosa que aprovechábamos para comer paledonias “cucas” y quesos que llevábamos para el camino como avío.

Por fin, a eso de las 10 de la mañana y en medio de una inmensa neblina llegamos a la Iglesia y Don Crisanto nos llevó a la Casa Cural para conocer al Padre, Cura Párroco de la Iglesia, el Padre era amigo y conocido del maestro y más tarde nos ofreció un desayuno con cuajada de queso, papas sancochadas y chocolate (era época de cosechas de papas), y los 10 alumnos y Don Crisanto nos dimos un verdadero banquete.

Cuando salimos de la Casa Cural ya la neblina se había despejado y no cubría el cerro, el espectáculo que vimos, aún lo recuerdo, fue ver el pueblo de Cordero en su meseta con sus casas, calles, plaza desde la puerta de la Iglesia.

El Padre nos invitó a conocer la Iglesia y a rezar algunas oraciones cosa que todos hicimos. Cuando salimos nos fuimos a la placita que esta frente a la Casa Cural con sus toboganes y columpios y allí nos divertimos y jugamos hasta que Don Crisanto nos llamó y nos dijo: muchachos se acabo el jueguito, vamos a almorzar, la señora de la Casa Cural nos había preparado un sancocho de gallina y en un gran mesón junto al Maestro y al Padre éramos 12 personas comiendo y saboreando ese suculento sancocho con sus presas de gallina y trozos de mazorca de maíz tierno. Terminado el almuerzo el Padre tendió algunas esterillas en el piso del comedor y nos dijo, reposen un rato antes de iniciar el regreso al pueblo, no sólo reposamos, algunos se quedaron dormidos hasta que nos llamaron para iniciar el retorno.

Como a las 4 de la tarde nos despedimos del Padre y de la Señora de la Casa Cural dándole las gracias por las atenciones que recibimos, nos dirigimos a Cordero y el regreso como era en bajada nos pareció muy corto y a eso de las 5 de la tarde estábamos frente a la escuela donde nos esperaban nuestros padres y familiares.

Así termino esa excursión a Monte Carmelo a mis 11 años de edad que recuerdo con nostalgia y cariño.

Foto:http://www.corpoandes.gov.ve/corpoandes/perfiles/tachira/andres_bello/

1 comentario:

María Mercedes Vargas Gómez dijo...

Que bello ver como el Sr.Vivas QPD añoraba ese momento feliz de su niñez,vean que fue una travesía tan hermosa, que disfrutó muchisimo y la guardo con mucho amor y nostalgia al punto que la plasmo aquí,todos en algún momento deseamos volver a ser niños! Vivir en un ambiente sano,felices y sin preocupaciones,pues de niños nuestro trabajo era jugar,dormir y comer.Un abrazo desde Barquisimeto.